Los materiales que se emplean en la flauta pueden comprender entre madera, alpaca (más conocida como plata alemana) que es de lo que generalmente están hechas las flautas para los alumnos principiantes y por último podemos encontrar de forma completa o combinada la plata, el oro e incluso el platino. El uso de los diferentes tipos de materiales vendrá determinado primeramente al gusto del flautista pero hay otros factores que pueden decidir qué material preferir, como por ejemplo la proyección del sonido en los diferentes tipos de materiales y su color. Por ejemplo, el color del sonido de una flauta de oro es cálido mientras que el de una flauta de plata es más brillante. Los materiales metálicos de la flauta se suelen combinar entre las diferentes partes de las flautas. Suele hacerse así por motivos económicos, como por ejemplo tener una flauta con la cabeza de plata y el resto de alpaca, o la flauta entera de oro y las llaves de plata.
Las flautas no forman parte de la familia de los
instrumentos de viento de metal sino que dentro de la clasificación usual de los instrumentos de la orquesta sinfónica, por su sonido se encuentran en el grupo de los instrumentos de madera junto con los de las familias del clarinete y del oboe, esto es, los instrumentos de
lengüeta simple y
doble. En la clasificación formal que estudia la
organología, las flautas pertenecen a la familia de los instrumentos de bisel (que desde muy antiguo se han fabricado de madera) independientemente del material de que estén fabricadas.
Su registro básico es de tres
octavas y va desde el
do3 (el sonido de la tecla central del
piano, que en la nomenclatura anglosajona se llama C3) hasta el
do6. Ese registro puede ampliarse hasta a tres
octavas y una
quinta justa, desde el
si2 hasta el
fa#6; la nota grave adicional se consigue mediante una llave adicional (es importante hacer notar que las flautas más costosas se fabrican con llaves adicionales, para alcanzar
si bemol
2, por ejemplo), y el extremo agudo (esa quinta justa que va del
do#6 al
fa#6), se logra mediante la ejecución de
armónicos, técnica que depende de la capacidad del ejecutante, que debe ser adquirida con práctica y un estudio riguroso de la sonoridad.